Nihongo Online School

Japanese online school

Tips for More Effective Studying

Nihongo Online School > Tips for More Effective Studying > Un Día en Mi Vida como Estudiante de Japonés

Un Día en Mi Vida como Estudiante de Japonés

2025/06/30

Director: Kotaro Muramoto
Principal of Nihongo Online School
In September 2019, he founded "Nihongo Online School". Since then, has been teaching Japanese online lessons, with a total of over 1,000 students.
He has designed an individualized curriculum based on student’s needs and study goal. And is conscious of making the classes speech-centered in order to improve students’ speaking skills.
The school asks students to submit homework assignments worth 2 hours per lesson to improve faster. By supporting students with these features, students are able to efficiently improve Japanese language skills.

Estudiar japonés en Japón ha sido una de las experiencias más transformadoras de mi vida. Desde las clases matutinas en pleno Shibuya hasta el trabajo part-time en las noches, cada día estuvo lleno de desafíos, aprendizajes y momentos inolvidables. En este blog, te cuento cómo era un día típico en mi vida como estudiante de japonés — lo bueno, lo agotador y todo lo que pasó entre medio.

Si estás pensando en estudiar en Japón o simplemente tienes curiosidad sobre cómo es la vida diaria de un estudiante de idioma, ojalá esta historia te sirva de guía e inspiración.


Despertar en Tokio: Mañanas de Disciplina y Esfuerzo

7:00 AM — La Lucha con la Alarma

Ponía la alarma a las 7:00 AM todos los días, con la idea de levantarme con energía, prepararme algo para el desayuno y partir bien el día. Pero seamos honestos: no siempre lo lograba. Vivía solo en un manshon en Setagaya, lejos de mi familia, así que era fácil darle un par de veces al botón de posponer. Aun así, trataba de no saltarme el desayuno para aguantar la jornada.

En Japón, la puntualidad es cosa seria. Mi escuela en Shibuya comenzaba a las 8:50 AM en punto. Si llegabas un minuto tarde, ya era un atraso. Y si te pasabas por 10 minutos, contaba como una ausencia. Eso me enseñó disciplina y respeto, valores profundamente arraigados en la cultura japonesa.

8:50 AM — Comienzan las Clases en Pleno Shibuya

Estudiaba en una escuela de japonés ubicada en el corazón de Shibuya, rodeado de restaurantes, tiendas y cultura por todos lados. Cada mañana tomaba el tren para llegar con tiempo, sin margen para el error.

Las clases terminaban alrededor del mediodía. Veíamos gramática, kanji, comprensión auditiva y conversación. El ritmo era intenso, y estar rodeado de estudiantes motivados de distintas partes del mundo me ayudaba a mantener el foco en mis metas.


Tardes por la Ciudad: Comida, Compañeros y Estudio

12:30 PM — Paseos por Shibuya y el Parque Yoyogi

Después de clases, muchas veces me daba una vuelta por las calles de Shibuya o me iba a relajar un rato al Parque Yoyogi. Era una forma de desconectarme y recuperar energías después de tanto estudio.

Si andaba con plata, salía a almorzar con mis compañeros a restaurantes familiares como Saizeriya. Pero si estaba más justo, me iba directo a casa a cocinarme algo o me compraba un obento en el combini. Simple, pero rendidor.

14:00 PM — Siesta y Hora de Estudiar

Quedaba tan agotado que casi siempre me tiraba una siesta de una hora. Eso me ayudaba a seguir con el resto del día sin andar como zombi.

Después trataba de estudiar o hacer las tareas, aunque no todos los días lo lograba. A veces me daba la paja, no voy a mentir. Pero siempre recordaba que no estaba ahí solo por estudiar un idioma: estaba construyendo mi futuro.


Tardes y Noches: Pega Part-Time y Días Largos

5:00 PM — Pega Lavando Platos en un Hotel

Con el tiempo, tuve que encontrar una pega part-time para poder mantenerme. Conseguí trabajo lavando platos en la cocina de un hotel. Entraba a las 5 de la tarde y salía a las 11 de la noche. Era duro, especialmente después de estar toda la mañana en clases, pero aprendí el valor del esfuerzo y la constancia.

El equilibrio entre estudiar y trabajar en otro país fue difícil, pero también me hizo crecer un montón. Mejoré mi japonés en contextos reales, conocí gente increíble y gané un respeto profundo por quienes se sacan la mugre todos los días para salir adelante.

Medianoche — Cena Liviana y a Dormir

Llegaba a casa tipo medianoche, reventado. Me preparaba algo liviano para comer, como arroz con huevo o una sopita, y trataba de bajar las revoluciones. Me dormía cerca de la 1:00 AM, lo que significaba dormir apenas 5 o 6 horas diarias… por dos años.

Para sobrevivir, muchas veces recurría al café o a los suplementos japoneses que venden en cualquier combini, como Oronamin C o Pocari Sweat. No era la rutina más saludable, pero sabía que era un sacrificio temporal con un objetivo claro.


Fines de Semana: Estudio, Descanso y Aventuras en Tokio

Sábados — Estudiar y Ponerse al Día

Durante la semana no daba abasto, así que los fines de semana eran clave para repasar lo aprendido. Los sábados me los tomaba para estudiar kanji, terminar tareas atrasadas y revisar los apuntes de la semana. A veces incluso participaba en intercambios lingüísticos online para practicar conversación.

Aunque daban ganas de quedarse en la cama, trataba de mantener cierta rutina. Irme a un café con mis cuadernos era mi manera de “sacar la vuelta” sin dejar de estudiar. Cambiar de ambiente me ayudaba a mantenerme motivado.

Domingos — Relajo y Descubrir Tokio

Pero no todo era estudio. Los domingos eran para descansar y disfrutar de la ciudad en la que estaba viviendo. Tokio tiene de todo: desde templos tranquilos en Asakusa hasta barrios locos como Shimokitazawa o lugares futuristas como Odaiba.

A veces me daba vueltas por museos, probaba comidas nuevas o simplemente salía a caminar con mi cámara para sacar fotos y absorber el ambiente. Esos pequeños paseos me recordaban por qué estaba ahí: no solo para estudiar, sino para vivir una experiencia única.


Por Qué Elegí Este Camino — Y Por Qué Valió la Pena

Todo Tuvo un Sentido

No fue fácil. Días eternos, pocas horas de sueño, mucha presión. Pero sabía que cada clase, cada kanji aprendido, cada hora en la cocina del hotel me acercaba un poco más a mi meta: construir una vida nueva en Japón y mejorar la calidad de vida mía y de mi familia en Chile.

Hoy puedo decir con orgullo que lo logré. Encontré trabajo en Japón y empecé a armar la vida que tanto soñé. Y todo comenzó por atreverme a aprender japonés.

¿Estás Pensando en Estudiar Japonés?

Si estás considerando estudiar en Japón, que sepas que es una experiencia que te cambia la vida. Es dura, sí, pero te abre puertas que nunca imaginaste.

Y si por ahora no puedes viajar, no te preocupes. Puedes comenzar tu camino desde donde estés, si tienes el apoyo correcto y una escuela que te entienda.


Da el Primer Paso con Nihongo Online School

Ya sea que sueñes con venir a Japón o simplemente quieras aprender japonés desde tu casa, Nihongo Online School está para ayudarte. Con profes secos, horarios flexibles y clases enfocadas en el japonés real del día a día, es el lugar perfecto para comenzar — o seguir — tu viaje con el idioma.

Únete a miles de estudiantes de todo el mundo que están descubriendo el japonés paso a paso.
Visita Nihongo Online School y comienza hoy tu aventura.